Hoy te llamo, Padre, a ti que escuchas bien a tus hijos.
Te doy las gracias porque no estoy huérfano en la vida.
Tú estás conmigo y porque no estoy perdido en el desierto, tú vas conmigo.
Este no es un miércoles más, alzo los ojos y emprendo camino hacia la Pascua...
No hay comentarios:
Publicar un comentario