domingo, 9 de diciembre de 2012

Ya Señor, para cuando esperas

¡Ya Señor!
¿Para cuando esperas?
¡Ahora!

¡Ven pronto!
Ven que el mundo gira a ciegas
Ignorando el Amor que lo sustenta

¡Ven pronto, Ven Señor!
Que hoy entre hermanos se tienden trampas y se esconden lazos
Ven que la libertad esta entre rejas del miedo que unos a otros se profesan
¡Ven, ven! no dejes ahora de escucharnos, cuando tanto camino esta cerrado

¡Ya Señor!
¿Para cuando esperas?
¡Ahora!

¿No has de ser la alegria de los pobres?
¿De los que en Ti su confianza ponen?
¿No has de ser para el triste y afligido consuelo en su pesar, luz en su grito?

¿Quién pondrá paz en nuestros corazones si tu ternura y compasión se esconden?
¿Quién colmara esta hambre de infinito si al colmarlo no vienes por Ti mismo?

¡Ya Señor!
¿Para cuando esperas?
¡Ahora!


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Hazme tu

Tú que eres amor, invádeme
Tú que eres Santo, santifícame
Tú que eres Fuente viva, sáciame
 Tú que eres Entrega, utilízame
Tú que eres Presencia, envuélveme
Tú que eres Plenitud, lléname
Tú que eres Centro, céntrame en ti
Rebósame de Ti y muéstrame tu rostro
Hazme capacidad

Hazme silencio

 Hazme tú

lunes, 11 de junio de 2012

Dios de los encuentros

Ser uno mismo
y estar en los otros.
Vivir en una soledad
poblada.
Forjar vínculos
indestructibles.
Abrazar sin invadir.
Amar sin anular.
Comunicar sin agotar.
Ser uno mismo
Ser nosotros.
Crear mundos,
inspirar sueños,
restañar heridas.
Desplegar la vida
en el tiempo,
hablar en el trueno
y el susurro,
ser batalla sin muertos.
Somos imagen
del Dios de los encuentros.

José María Rodríguez Olaizola, sj

lunes, 28 de mayo de 2012

Ven, Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo,
y envía desde el cielo
un rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres,
ven a darnos tus dones,
ven a darnos tu fuerza.
Tu bondad
es fuente de consuelo,
tu presencia
impulso en el alma,
tú nos alivias
en las horas sombrías.
Tú eres el descanso
en el trabajo,
serenidad
de nuestra locura,
alegría en nuestro llanto,
sosiego en la lucha.
Penetra con tu
santa luz
en lo más íntimo
del corazón de tus fieles.
Sin tu ayuda divina
no hay nada en el hombre,
nada que sea inocente.
Limpia nuestro mal,
riega nuestra aridez,
cura nuestras heridas.
Suaviza nuestra dureza,
elimina con tu calor
nuestra frialdad,
corrige nuestros desvíos.
Concede a tus fieles,
que confiamos en ti,
tus dones en nuestra vida.
Premia nuestro esfuerzo,
salva nuestras almas,
danos la eterna alegría.

jueves, 24 de mayo de 2012

Lo que quiero ser

Quiero ser pastor
que vele por los suyos;
árbol frondoso
que dé sombra
al cansado;
fuente donde
beba el sediento.

Quiero ser canción
que inunde los silencios;
libro que descubra
horizontes remotos;
poema que deshiele
un corazón frío;
papel donde se pueda
escribir una historia.


Quiero ser risa en los
espacios tristes,
y semilla que prende
en el terreno yermo.

Ser carta de amor para el solitario,
y grito fuerte para el sordo…
Pastor, árbol o fuente,
canción, libro o poema…
Papel, risa, grito, carta, semilla…

Lo que tú quieras, lo que tú pidas,
lo que tú sueñes, Señor…
eso quiero ser.


José María Rodríguez Olaizola, sj

lunes, 21 de mayo de 2012

La señal del amor

Y salió el amor, a recorrer nuestros caminos,
a visitar ciudades, a mezclarse entre la gente.
Un extraño viento lo llevaba y lo traía, y con él
iba su voz, su alegría y su mensaje:
¡Hagamos del amor nuestra señal!
¡Dichosos aquellos que renuevan el amor gastado!
¡Dichosos aquellos que curan el amor herido!
¡Dichosos aquellos que encienden el amor apagado!
¡Dichosos aquellos que levantan el amor caído!
¡Dichosos aquellos que perdonan el amor equivocado!
¡Dichosos aquellos que enderezan el amor torcido!
¡Dichosos aquellos que liberan el amor atado!
¡Dichosos aquellos que entregan el amor recibido!
¡Dichosos aquellos que resucitan el amor muerto!

Seve Lázaro, sj

lunes, 7 de mayo de 2012

Jesús



¡Señor Jesús!
Mi Fuerza y mi Fracaso
eres Tú.
Mi Herencia y mi Pobreza.
Tú, mi Justicia,
Jesús.
Mi Guerra
y mi Paz.
¡Mi libre Libertad!
Mi Muerte y Vida,
Tú,
Palabra de mis gritos,
Silencio de mi espera,
Testigo de mis sueños.
¡Cruz de mi cruz!
Causa de mi Amargura,
Perdón de mi egoísmo,
Crimen de mi proceso,
Juez de mi pobre llanto,
Razón de mi esperanza,
¡Tú!
Mi Tierra Prometida
eres Tú…
La Pascua de mi Pascua.
¡Nuestra Gloria por siempre
Señor Jesús!

Pedro Casaldáliga

lunes, 16 de abril de 2012

Estoy...


Estoy contra de ti, que no te encuentro,
que no te sé buscar, que busco fuera,
y estás veraz, tan hondo en mi ceguera,
tan cerca estás de mí, Señor, tan dentro.

Te busco desde aquí, desde mi centro,
porque no sé buscar de otra manera,
herido, a dentelladas, como fiera
que soy, hasta llegar a tu epicentro.

Mas llegarás un día, liberado
de este vivir de hombre tan concreto;
mi mundo, mi demonio encadenado.

Perdóname mi falta de respeto,
que estás lejos de mí, tan a mi lado,
tan evidente al fin y tan secreto.

Jacinto Mañas

martes, 3 de abril de 2012

Señora del alba



Antes del alba, tus manos
hacen el pan de la entrega.
Con la ternura amasas
los sueños y las esperas.
Tu corazón confía esperando que amanezca.
Antes del alba, tus ojos
vuelven a llorar serenos.
Se te rompen los recuerdos,
recuperas las ausencias,
y tu corazón confía esperando que amanezca.
Quiero esperar junto a ti
hasta que despunte el alba;
y la luz del nuevo día
ilumine el corazón.
Quiero esperar junto a ti
y pasar la noche en vela,
como tú, aguardando la promesa.
Antes del alba, tus labios
pronuncian sin gran reproche:
“sí ‘hágase’ le dije al día,
‘hágase’ digo de noche.
y tu corazón confía esperando que amanezca.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Para la libertad


Hay muchas celdas
en la prisión del hombre,
sus nombres
escritos con sangre y llanto
en la puerta:
“Codicia”, “Exigencia”
“Vanidad”, “Celos”,
“Impaciencia”, “Comodidad”
“Violencia”…
… y otros títulos
que llenan los corredores
con lamentos por la vida perdida.

Hay quien ni siquiera sabe
que está preso,
y sin embargo, en lo profundo,
intuye
otra historia
sin cadenas.

El Dios humano es la puerta
que nos libera,
al mostrarnos
un amor
verdadero.



José Mª Rodríguez Olaizola, sj

lunes, 26 de marzo de 2012

En el nombre del Padre

Porque Tú lo has querido
estoy aquí, Señor. En Tu nombre.
No he venido yo; me has absorbido
en la espiral de amor,
que eres con todos.
Nadie puede arrimarse a Ti
sin que entero lo abraces,
lo hagas Tuyo.
Sin robarle nada,
dándole todo.


Del suelo a la cabeza
soy regalo tuyo,
espíritu que vuela
y cuerpo que lo apresa.
No puedes ya
salirte de este mundo.
Me inundaste
Y, empapado de Ti, te voy sembrando,
y al tiempo que me siembro,
como grano de trigo,
en mis hermanos.
No quiero quedar solo.
Tu rostro buscaré, Señor.
Hasta decirte ¡Padre!
Pero sólo te encuentro, cuando,
a todo lo que mana de Ti
le digo: ¡hermanos!


Ignacio Iglesias, sj

jueves, 22 de marzo de 2012

La última palabra

Parecía que no había esperanza. Que el mundo se resquebrajaba entre balas y trincheras. Un manto de olvido había cubierto la fraternidad. Un hombre encaraba a otro, a cara de perro, a grito de odio. Cada quien peleaba, desquiciado, por reforzar su puerta, por elevar su tapia, por aislar su parcela. Recelosos se miraban de soslayo los vecinos. Un silencio agobiante envolvió los corazones. Cada ciudad se transformó en un inmenso carnaval, que enmascaraba la verdad tras muecas pintadas. Hasta que llegó el profeta. Su sentencia firme rompió el embrujo. Mirad que llega vuestro Dios. Lo dijo bajito, lo repitió más fuerte y otras voces se sumaron a la suya. Como un río poderoso, el verbo se hizo promesa. Y despertó la ilusión dormida. Nadie podrá evitar, que el amor tenga la última palabra.



jueves, 15 de marzo de 2012

Dónde te buscaré

Señor, si no estás aquí,
¿dónde te buscaré estando ausente?
Si estás por doquier,
¿cómo nos descubro tu presencia?
Cierto es que habitas
en una claridad inaccesible.
Pero ¿dónde se halla
esa inaccesible claridad?
¿Quién me conducirá hasta allí
para verte en ella?
Y luego, ¿con qué señales,
bajo qué rasgos te buscaré?

Nunca jamás te vi, Señor, Dios mío;
no conozco tu rostro...
Enséñame a buscarte
y muéstrate a quien te busca,
porque no puedo ir en tu busca,
a menos que Tú me enseñes,
y no puedo encontrarte
si Tú no te manifiestas.
Deseando te buscaré,
te desearé buscando,
amando te hallaré,
y encontrándote te amaré.

San Anselmo

jueves, 8 de marzo de 2012

Mensaje del Concilio Vaticano II a las Mujeres

«Llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a que la humanidad no decaiga» (8 de diciembre de 1965)


martes, 28 de febrero de 2012

Sigue tu trabajo, Señor

Sigue curvado sobre mí, Señor,
remodelándome, aunque yo me resista.
Que atrevido pensar que tengo yo mi llave,
si no sé de mí mismo,
si nadie, como tú puede decirme lo que llevo en mí dentro.

Ni nadie puede hacer que vuelva de mis caminos,
que no son como los tuyos.
Sigue curvado sobre mí, tallándome.
Aunque a veces, de dolor, te grite.


Soy pura debilidad, tú bien lo sabes.
Tanta que, a ratos, me duelen tus caricias.
Lábrame los ojos y las manos,
la mente y la memoria
y el corazón, que es mi sagrario.

Al que no te dejo entrar cuando me llamas.
Entra Señor sin llamar, sin mi permiso.
Tú tienes otra llave, además de la mía.
Que en mi día primero tú me diste
y que empleo, pueril, para cerrarlo.

Que sienta sobre mí tu conversión
y que encienda la mía del fuego de la tuya,
que arde siempre, allá en mí dentro.

Y empece a ser hermano,
a ser humano,
a ser persona.

Ignacio Iglesias, sj

jueves, 23 de febrero de 2012

Y yo seré...

Te sentirás solo, sin testigos.
Te encontrarás aislado, sin puentes.
Te abrumará el silencio, sin palabras.
Te dolerá el olvido, sin aplausos.
Te inquietará la duda, sin respuestas.
Te pesará la carga, sin ayudas.
Te asustará el compromiso, sin seguridades.
Te verás desnudo, sin mentiras.


Y yo seré tu testigo, tu puente y tu palabra.
Yo seré tu aplauso, tu respuesta y tu apoyo.
Yo seré tu refugio y amaré tu desnudez.
Y te enseñaré a vivir de verdad.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Cuaresma

Hoy te llamo, Padre, a ti que escuchas bien a tus hijos.
Te doy las gracias porque no estoy huérfano en la vida.
Tú estás conmigo y porque no estoy perdido en el desierto, tú vas conmigo.
Este no es un miércoles más, alzo los ojos y emprendo camino hacia la Pascua...


jueves, 5 de enero de 2012

El que se da, crece...


El que se da, crece.
Pero no hay que darse a cualquiera, ni por cualquier motivo, sino a lo que vale verdaderamente la pena.
Al pobre en la desgracia.
A esa población en la miseria.
A la clase explotada.
A la verdad, a la justicia, a la ascensión de la humanidad, a toda causa grande, al bien común de su nación, de su grupo, de toda la humanidad.

A Cristo que recapitula estas causas en sí mismo, que las contiene, que las purifica, que las eleva.
A la Iglesia, mensajera de la luz, dadora de vida, libertadora.
A Dios, a Dios en plenitud, sin reserva, porque es el bien supremo de la persona, y el supremo Bien Común.
Cada vez que me doy así, recortando de mi haber, sacrificando de lo mío, olvidándome de mi, yo adquiero más valor, me hago un ser más pleno, me enriquezco con lo mejor que embellece el mundo;
yo lo completo, y lo oriento hacia su destino más bello, su máximo valor, su plenitud de ser.

San Alberto Hurtado