jueves, 30 de septiembre de 2010

Creación a partir de la Nada Da Esperanza a la Salvación de la Nada

Escribe el autor original del post en el que se basa esta entrada:

"El pasado Abril celebré el funeral del padre de una querida amiga. Recuerdo vívidamente como mi amiga se lamentó de la muerte de su padre y me impactó como estaba ella angustiada por el saber de la existencia de su padre y el 'dónde' estaba ahora."

Creo que esta angustia tenía que ver, en parte, con la amenaza que la muerte ofrece del olvido y la nada. Este es un miedo tan profundamente enraizado en la psique humana y puede rastrearse a lo largo del tiempo y las culturas. Incluso hay filosofías que se basan en la idea de que todo en última instancia se convierte en nada (el nihilismo). ¿Qué hacer (o decir) ante esta amenaza que la muerte ofrece?

Un argumento contra la muerte como olvido es, obviamente, la Resurrección de Cristo. Sin embargo, esta respuesta obliga a la pregunta "¿y quién levantó a Cristo?". El Nuevo Testamento responde a esta cuestión de manera definitiva diciendo que fue Dios quien levantó a Jesús en el tercer día (Hch 2,32). ¿Pero qué puede servir como explicación al "cómo" o incluso "por qué" Dios puede levantar a alguien de la muerte? La respuesta simple es porque "Dios es Dios", y como tal, es todo poderoso. Esta respuesta, sin embargo, aún no apunta a un relato más preciso del "cómo" o el "por qué" Dios puede salvar a alguien de la muerte.

Para dar una "salida" a este dilema, podemos referirnos a la antigua doctrina Cristiana de la "creación a partir de nada" o creatio ex nihilo. Esta idea Cristiana fue establecida muy temprano en la historia de la Iglesia como una forma de explicar la convicción de que Dios sólo es eterno y que Dios crea libremente y por puro amor. Esta idea puede proveernos de una razón fuerte y relevante del por qué creemos que Dios nos salva de la nada que nos amenaza con la muerte. En palabras sencillas: si Dios puede crear a partir de la nada entonces Dios también puede salvar de la nada. El filósofo de los siglos XIX y XX, Alfred North Whitehead, tenía una manera bella de decir algo similar, en líneas más poéticas: "Dios es la tierna consideración de que nada se pierda". En otras palabras, el mismo amor que libremente respira vida es el mismo amor que libremente salva la vida...








Tomado, traducido y adaptado de http://franciscanfriarstor.blogspot.com/2010/09/beauty-of-orthodoxy-creation-from.html