viernes, 16 de marzo de 2018

Enséñame Señor a ayunar

Enséñame, Señor, a ayunar 
de palabras hirientes 
y de silencios nacidos del miedo,
de comodidades y tanta vida de sofá,
de envidias y rencores, de soberbias y orgullos,
de injusticias y prácticas religiosas que me adormecen y no me transforman.

Enséñame a ayunar de lo mío 
para poder llamarlo nuestro.
Que mi ayuno nazca de adentro 
y no busque la apariencia, el llamar la atención, 
el aplauso a mi pretendida bondad.

Haz que ayune, Señor, 
para que crezca en mí el hambre de tu reino, 
el hambre de tu palabra, 
el hambre de ser uno con todos, 
el hambre que se haga alimento del mundo.


(Fermín Negre)

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